SURPRISE, Arizona -- Omar Vizquel ha visto su carrera como parador en corto coronada con un Guante de Oro por su talento para atrapar pelotas.
Ahora el venezolano decidió intentar atrapar otra cosa: una anaconda de más de tres metros de largo (unos 11 pies).
Y ni siquiera se trató de un reptil que de casualidad se le hubiera atravesado en el camino, sino que el jugador de cuadro de los Rangers de Texas decidió ir a los territorios más salvajes de su país natal en busca de las serpientes más grandes del mundo.
"Siempre he soñado con ir a la selva para intentar hallar una anaconda", dijo Vizquel, de 41 años. "Uno ve muchas películas y tantas cosas sobre ella. La he visto en el zoológico y otros lugares, pero sería increíble poder ver una en su ambiente natural".
Vizquel obviamente no se desanimó por el hecho de que en esas cintas las anacondas generalmente se enroscan alrededor de sus víctimas y tratan de aplastarlas para matarlas.
"Fue una experiencia increíble, con mucha adrenalina", dijo Vizquel.
Luego de la temporada pasada, el pelotero reunió a un par de amigos para viajar a una reserva natural en el estado venezolano de Apure. Ahí partieron con un guía en busca de las anacondas y demás criaturas salvajes del área.
En un video que Vizquel presentó el viernes en las instalaciones de los Rangers, se le ve con un guía cuando encuentran a la anaconda en el agua, al lado de un camino de tierra. La serpiente, apenas visible sobre el agua, estaba enroscada alrededor de una tortuga.
Entonces el guía entró al agua poco profunda, tomó a la anaconda de la cola y la sacó a la tierra.
"Estaba un poco asustado. Esas serpientes pueden comerse a un cocodrilo", dijo Vizquel.
Sin embargo, el beisbolista no dejó de sonreír cuando tuvo oportunidad de tomar a la serpiente, bastante agitada, de la cola. Luego la agarró de la cabeza, mientras ésta abría las fauces y trataba de librarse. Las anacondas no son venenosas.
"No me meto con las serpientes. Cualquiera que se mete con cosas salvajes tiene que estar loco", dijo el relevista Eddie Guardado.
Ahora el venezolano decidió intentar atrapar otra cosa: una anaconda de más de tres metros de largo (unos 11 pies).
Y ni siquiera se trató de un reptil que de casualidad se le hubiera atravesado en el camino, sino que el jugador de cuadro de los Rangers de Texas decidió ir a los territorios más salvajes de su país natal en busca de las serpientes más grandes del mundo.
"Siempre he soñado con ir a la selva para intentar hallar una anaconda", dijo Vizquel, de 41 años. "Uno ve muchas películas y tantas cosas sobre ella. La he visto en el zoológico y otros lugares, pero sería increíble poder ver una en su ambiente natural".
Vizquel obviamente no se desanimó por el hecho de que en esas cintas las anacondas generalmente se enroscan alrededor de sus víctimas y tratan de aplastarlas para matarlas.
"Fue una experiencia increíble, con mucha adrenalina", dijo Vizquel.
Luego de la temporada pasada, el pelotero reunió a un par de amigos para viajar a una reserva natural en el estado venezolano de Apure. Ahí partieron con un guía en busca de las anacondas y demás criaturas salvajes del área.
En un video que Vizquel presentó el viernes en las instalaciones de los Rangers, se le ve con un guía cuando encuentran a la anaconda en el agua, al lado de un camino de tierra. La serpiente, apenas visible sobre el agua, estaba enroscada alrededor de una tortuga.
Entonces el guía entró al agua poco profunda, tomó a la anaconda de la cola y la sacó a la tierra.
"Estaba un poco asustado. Esas serpientes pueden comerse a un cocodrilo", dijo Vizquel.
Sin embargo, el beisbolista no dejó de sonreír cuando tuvo oportunidad de tomar a la serpiente, bastante agitada, de la cola. Luego la agarró de la cabeza, mientras ésta abría las fauces y trataba de librarse. Las anacondas no son venenosas.
"No me meto con las serpientes. Cualquiera que se mete con cosas salvajes tiene que estar loco", dijo el relevista Eddie Guardado.
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